domingo, 4 de enero de 2009

Call me...

Pensé que no me recordabas, que la magia se te había terminado en cuanto abandoné mis ropas en la puerta y dejé de serte ajena.
Pensé que luego de que salieras se acabaría todo, como se nos acabó el misterio y la tentación...
Nunca pensé que llamaras. Si acaso, que repetiríamos la escena, que podíamos encontrarnos por casualidad y eneredarnos en las sábanas por unas horas... nunca pensé que llamaras...
Te reconocí de inmediato, aunque quise ponerme interesante y negarlo. Cómo podría olvidar tu voz, si se quedó grabada en mi mente luego de endulzarnos tanto?
Llamaste, y por algún extraño sortilegio que imagino, pero no descifro, la luz llenó mis pestañas y una sonrisa (tan boba como sólo puse la primera vez que te vi) se adueñó de mi boca.
"Te extraño", dijiste... y por un momento me pareció que podíamos ser sólo tú y yo. Prometiste besos y tardes largas, prometiste dejarme trazar mapas en tu espalda y hacer sinfonías de respiraciones recortadas... prometiste tanto... me dejaste tan llena... que sólo me queda esperar, como nunca antes hice, que llames de nuevo...

No hay comentarios: