viernes, 29 de mayo de 2009

I miss my stilettos!!!

Si hay algo que me haga sentir una superwoman, es andar por la vida subida en unos stilettos.
Desde ahí, la vida se ve distinta: más clara, menos dura (porque el dolor de pies te evita que te fijes en nimiedades) y más entretenida.
Mis stilettos han sido, durante toda mi existencia, no sólo la materia prima de un producto llamado seducción, sino también una muestra de que soy capaz de soportarlo tooodo.
Desde hace un par de meses, toda mi colección ha quedado archivada, no por gusto, sino por necesidad: una lesión en las rodillas los ha tenido guardados hasta que llegue el día de la cirugía...
Como resultado, cada día me siento menos atractiva...
Ya sé que quizá para muchos será una tontería, y que me dirán que no puedo andar por la vida creyendo que un fetiche así me afecte, que 15 centímetros de aguja no garantizan un buen ligue (eso ya lo sé, nunca ligo... jajajaja!), y cosas por el estilo, pero no saben cuánta falta me hace ver la vida de esa manera.
Los stilettos me han acompañado en todas mis grandes aventuras, me han dado la sensación de ser sexy, de tener las armas para conquistar a cualquier fulanito y, sobre todo, me han enseñado a ver la vida de otra manera y a soportar las adversidades.
"¿Que qué?", me preguntaría un amigo que no hace más que burlarse de mi colección, pero es cierto, con ellos todo es diferente.
Ahora que ando con puros flats y el pie se me va convirtiendo en un tamalito, cuando no pesco ni una gripe y ando más necesitada que nunca de un cambio en mi vida, quisiera tener mis stilettos para ponerle pimienta a mi mundo, y comérmelo...
Por eso, a partir de hoy habrá una cuenta regresiva para regresar a ellos...
So....
Faltan 45 días para volver a acercarme a las estrellas...

viernes, 22 de mayo de 2009

De adioses inconclusos...

Hubiera querido verte... Contarte, por ejemplo, que la piel se me ha marchitado un poco desde que ya no la pruebas, que los ojos ya no me brillan por la aventura, que los besos no saben igual sin té de menta...
Sí, hubiera querido verte... deambular de tu mano sin preocuparme, murarte de cerca, rozar tu pecho, amarte sin teimpos ni desencanto...
Hubiera querido, en silencio, ponerle nombre a nuestro orgasmo, saberme tuya por una tarde, irme sin prisa, dejarte ausente...
Hubiera querido, querido mío, que dibujaras en mi pecho las amapolas, que un poema escribieras sobre mi espina, que me dejaras libre como un océano...
Pero no, querido; decidiste amarme, aun a destiempo; decidiste darme el poder del juego, decidiste irte sin un recuento... Y no, no es que hubiera deseado que te quedaras, pero quizá pudimos haber dicho adiós sin el tormento...
Querido, querido mío... ojalá hubiera podido verte, leer tus palabras al primer intento, beberme tus ojos de desonsuelo...
Ojalá hubiera podido verte, así sabrías que entre tú y yo, el amor fue sólo un sueño...

Mira cómo tiemblo...

Cuando tiembla, generalmente no lo siento...
La mayor parte de las veces lo confundo con el mareo normal producido por mi ingesta casi nula de azúcar, y la otra parte ni siquiera me entero de que a la Tierra le dio por movernos el tapete para ver si nos ponemos en orden.
Esta vez no fue la excepción: pensé que estaba mareada y me quedé sentada, tomándome mi chai en Starbucks, hasta que les vi cara de susto a M e I, mis amigas.
"Está temblando", dijo una chica a mis espaldas, con la voz entrecortada.
Yo, que no soy miedosa con eso de los temblores (porque luego me dan a mí y ya estoy acostumbrada), me di tiempo para darle la vuelta a la mesa, tomar la bolsa y sacar el celular, sin recordar siquiera que estaba sentada en el mismo sitio donde hace 24 años se cayó un hotel.
Cuando salí del edificio, cinco pasos después de M e I, seguía temblando...
Justo frente a mí, mis ojos hallaron el monumento a la solidaridad, que fue levantado tras el sismo del 85... Entonces sí me cayó el veinte, "lo que acaba de pasar es algo serio, van dos temblores en un mes"... y me puse a tratar de llamar a quienes amo, para saber si estaban bien y para informarles que yo lo estaba. Obvio, no pude... la red estaba saturada (aún ahora sigue estándolo y mi adorado celular me repite una y otra vez "sólo llamadas de emergencia").
Ahora, como el Internet maravilloso sí funciona, puedo anunciar dichosa, que sigo viva, que no se me cayó un edificio encima... Entonces, señoras y señores, dense por enterados... y esperemos la réplica.

miércoles, 20 de mayo de 2009

¿Por qué llora la niña?

No sé si alguna vez me había sentido tan desprotegida, tan inválida ante la realidad del mundo y la mía propia...
...si alguna vez había llorado tanto y desde tan dentro, si las lágrimas que había derramado podían contarse en un hilo y volverse collar...
...si alguna vez había abandonado tanto la compostura, si había sido tan honesta con mi soledad y la había dejado poseerme...
No sé...
...si alguna vez me había dado tanta cuenta del vórtice que llevo dentro y me consume...
...si fue la píldora mágica o mi propio vacío, lo que me dejó sin lluvia...
No sé si volveré a sentir el miedo, la ansiedad, la tristeza consumida...
...si las manos volverán a quedárseme quietas, si las piernas dejarán de temblarme, si los ojos dejarán de vagar...
...si volverá a pasar, si se ha acabado todo, si basta con el remedio que me han dado...
No sé... no sé... no sé...
Como no sabía por qué lloraba....
Como no sé por qué se fue...
Como no sé por qué de pronto...
Como no sé cuándo y dónde vendrá...
No sé... pero hoy no hay más lluvia blanca en la piel de mis mejillas, ni el fondo de mi ser...

jueves, 14 de mayo de 2009

Jalón de orejas

Esta ha sido la semana de las revelaciones... Y aunque lo que se ha dicho no han sido más que esqueletos al descubierto de la política nacional, el tinte de credibilidad que le dan los dichos (y, sobre todo, los desdichos), no tiene precio...

En esta ocasión, luego de los dimes y diretes provocados por el libro de Carlos Ahumada –que aún nos dará más de qué hablar–, el expresidente Miguel de la Madrid se robó los aplausos, pues nos regaló una perla tamaño Peregrina, en la entrevista dada a conocer ayer por Carmen Aristegui en su espacio informativo de MVS Radio.

Resulta que el ex mandatario no sólo afirmó (bajito, eso sí) que fue él quien designó (sí, señoras y señores, lo de-sig-nó) a Carlos Salinas de Gortari como su sucesor, sino que, al paso del tiempo se siente "avergonzado" por su decisión.

"En aquel entonces no tenía elementos de juicio sobre la moralidad de los Salinas, me di cuenta después", confesó.

Pero esto, que le llamara "inmoral", es lo de menos... resulta que el expresidente, ya entrado en confesiones, habló de la famosísima partida secreta que Luis Téllez (ex secretario de Comunicaciones y Transportes y actual director de la Bolsa Mexicana de Valores) balconeó hace un par de meses.

"Siempre ha existido una partida secreta, pero se abusó", dijo respecto al origen de la fortuna de Salinas. Y luego salió el peine: resulta que la partida que Salinas ejerció fue de "por ahí" de 100 veces más que la que él tuvo a la mano (entonces, la verdad es que no sabemos si la calificación de "abuso" fue por envidia o por decencia).

Y entonces vino la Peregrina... "¿Usted cree que se robó la mitad (como aseguró Téllez)?", preguntó Carmen.

"Sí" respondió segurísimo, y siguió. "¿Cómo un presidente puede robarse la partida secreta?", preguntó ella... Y él, rapidísimo, le contestó –en un muy buen tono, por cierto–: "(pues) porque es secreta"...

Lo único que faltó para que la conversación fuera un hitazo mayor al que ya es, fue que el expresidente agregara una expresión similar a un "daaaaaaaaaaah", que se le escucha a quienes responden algo que resulta obvio.

Luego vinieron confesiones y más confesiones, como la del supuesto nexo de Raúl Salinas con el narcotráfico, el desvío de recursos públicos y la revelación nada reveladora (porque ya muchos lo decían hace años) de que sus 'negocios' fueron taaaaaan impecables, que fue más fácil procesarlo por asesinato, que por manejos ilícitos de recursos.

Pero espérese tantito, porque De la Madrid no había terminado... pues luego de tan espléndidas confesiones, no pudo evitar hacer una finísima recomendación al gobierno (éste y los que vengan, mientras el 'innombrable' –AMLO dixit– siga coleando):

"Yo creo que no sería conveniente (que se le diera seguimiento a este caso), sería el escándalo", dijo, antes de vaticinar que el gobierno que decidiera enjuiciar a Salinas, se desprestigiará (así se sabrán de cosas, que si lo tratan de lavar, salen sus propias mugres).

Pero bueno, al señor expresidente que asegura que si sale a la calle, le aplauden; se le soltó la lengüita de más, y parece que le dieron un jalón de orejas (el conejito, ya sabe, que le gusta hablar de atributos...), pues horas después, aseguró que su "estado de salud no me permite procesar adecuadamente diálogos, (por lo que) mis respuestas carecen de validez y exactitud".

Ajá, sí, cómo no... ¿Usted le cree ahora, que sale diciendo que ni le hagan caso porque está medio desorientadito?

Yo, como los posters rojiblancos del 2006 que la amiga (del conejito jaloneador de orejas) Elba Esther puso por todo el país, ¡tampoco!, pues aunque él asegure que su "tono de voz se escucha débil y confuso" y esa es razón suficiente para desestimar sus declaraciones, sus argumentos eran más fuertes que el diamante (si le digo, que nos traemos unas joyas...).

Puede, entonces, que el expresidente haya hablado bajito por cualquier razón que se imagine: que tuviera un bebé dormido al lado, que su esposa estuviera al lado, que le dé pena hablar por teléfono, que estuviera jugando a las escondidillas o lo que se le antoje, pero de que sus argumentos son muy, pero muy convincentes, eso que ni qué... que en algunos momentos, su tono de voz enfatizaba la gravedad de lo que decía, también. ¿O acaso también se equivocó cuando dijo que Salinas es "poderoso porque es una figura pública, de la que la gente sabe de sus nexos con la corrupción y hasta con lo criminal"?

No sé usted, pero yo no ando diciéndole criminal a alguien así como así, por más antihistamínicos que traiga encima en época de gripe (normalita, que si no, me recluyen)... Pero bueno, no queda más que pensar que Miguelito, fiel a su costumbre de escuchar los consejos, se prestó atención a sí mismo en eso de que al juzgar a Salinas, se desprestigiará a sí mismo... así de sucios tendrá sus trapos o así de "poderoso" será el muchacho...

Por lo pronto, ni modo Felipe (y los que vengan)... ya nos enteramos de que hay partida, y dejó de ser secreta... tons, ni se te ocurra.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Desestructurada...

(Mi adorado progenitor y yo)

Y- Ándale, ve un día por mí, y me llevas a la casa en la noche...
AP- Ya estás grande para eso, ¿no te parece?
Y- ..... pero.... (con ojos de gato de Shrek)
AP- El punto es que yo TENGO una estructura, ¿entiendes?
Y- ...(Yo también la tenía: en ella eras mi papá)...

sábado, 2 de mayo de 2009

Influenza bla, bla, bla...

Entre las cuentas de la SSA que nomás no me dan porque diario juegan al yo-yo (suben, bajan, desaparecen, mutan...), el cambio de nombre de la epidemia que me hace pensar que si uno llega y dice que tiene los síntomas de la "influenza humana 2009 A/H1N1", cuando termina de decirlo ya se le olvidó a qué iba; la duda de mi madre acerca del dinero de Zhenli Ye Gon (el de "copelas o cuello"), que quedaron en ocupar (el 50 por ciento) para cuestiones de salud y que ahora que ve que hay carencias en los hospitales le deja muchísimas interrogantes acerca de su verdadero destino; mi vecina de escritorio, que se quita el cubreboca para hablar por teléfono y "limpia" su escritorio a soplidos; mi paranoia y la búsqueda desesperada de mascarillas N95 (ya que la Biomask aún no llega a México), ando muy loca...
Y no es para menos, pues esto de la influenza se junta con el mundo de cosas que traía en la mente y que me tenían volteada como calcetín: el fulanito aquel, que anda medio raro, buscándome cada tercer día; mis adorados progenitores, que están más locos que cabras; la escuelita, que me pone los nervios de punta; mi hermanita que anda lejos, el innombrable, mi terapia, el trabajo y otras 30 cosas que ya ni quiero recordar...
En fi, ando loca... y paranóica...
Pero, aunque las mil 800 pelotitas que tengo para hacer malabares de pronto me hacen querer gritar, aún me quedan ganas de venir un ratito.
Hoy no tengo historia, ni conversación, ni textito para el fulanito, ni crítica, ni nada, nomás unas ganas tremendas de decir algo, porque la mugrosa mascarilla que traigo, aparte de que me duerme la barbilla, me hace sentir que si hablo, se me va a meter el virus...