jueves, 14 de mayo de 2009

Jalón de orejas

Esta ha sido la semana de las revelaciones... Y aunque lo que se ha dicho no han sido más que esqueletos al descubierto de la política nacional, el tinte de credibilidad que le dan los dichos (y, sobre todo, los desdichos), no tiene precio...

En esta ocasión, luego de los dimes y diretes provocados por el libro de Carlos Ahumada –que aún nos dará más de qué hablar–, el expresidente Miguel de la Madrid se robó los aplausos, pues nos regaló una perla tamaño Peregrina, en la entrevista dada a conocer ayer por Carmen Aristegui en su espacio informativo de MVS Radio.

Resulta que el ex mandatario no sólo afirmó (bajito, eso sí) que fue él quien designó (sí, señoras y señores, lo de-sig-nó) a Carlos Salinas de Gortari como su sucesor, sino que, al paso del tiempo se siente "avergonzado" por su decisión.

"En aquel entonces no tenía elementos de juicio sobre la moralidad de los Salinas, me di cuenta después", confesó.

Pero esto, que le llamara "inmoral", es lo de menos... resulta que el expresidente, ya entrado en confesiones, habló de la famosísima partida secreta que Luis Téllez (ex secretario de Comunicaciones y Transportes y actual director de la Bolsa Mexicana de Valores) balconeó hace un par de meses.

"Siempre ha existido una partida secreta, pero se abusó", dijo respecto al origen de la fortuna de Salinas. Y luego salió el peine: resulta que la partida que Salinas ejerció fue de "por ahí" de 100 veces más que la que él tuvo a la mano (entonces, la verdad es que no sabemos si la calificación de "abuso" fue por envidia o por decencia).

Y entonces vino la Peregrina... "¿Usted cree que se robó la mitad (como aseguró Téllez)?", preguntó Carmen.

"Sí" respondió segurísimo, y siguió. "¿Cómo un presidente puede robarse la partida secreta?", preguntó ella... Y él, rapidísimo, le contestó –en un muy buen tono, por cierto–: "(pues) porque es secreta"...

Lo único que faltó para que la conversación fuera un hitazo mayor al que ya es, fue que el expresidente agregara una expresión similar a un "daaaaaaaaaaah", que se le escucha a quienes responden algo que resulta obvio.

Luego vinieron confesiones y más confesiones, como la del supuesto nexo de Raúl Salinas con el narcotráfico, el desvío de recursos públicos y la revelación nada reveladora (porque ya muchos lo decían hace años) de que sus 'negocios' fueron taaaaaan impecables, que fue más fácil procesarlo por asesinato, que por manejos ilícitos de recursos.

Pero espérese tantito, porque De la Madrid no había terminado... pues luego de tan espléndidas confesiones, no pudo evitar hacer una finísima recomendación al gobierno (éste y los que vengan, mientras el 'innombrable' –AMLO dixit– siga coleando):

"Yo creo que no sería conveniente (que se le diera seguimiento a este caso), sería el escándalo", dijo, antes de vaticinar que el gobierno que decidiera enjuiciar a Salinas, se desprestigiará (así se sabrán de cosas, que si lo tratan de lavar, salen sus propias mugres).

Pero bueno, al señor expresidente que asegura que si sale a la calle, le aplauden; se le soltó la lengüita de más, y parece que le dieron un jalón de orejas (el conejito, ya sabe, que le gusta hablar de atributos...), pues horas después, aseguró que su "estado de salud no me permite procesar adecuadamente diálogos, (por lo que) mis respuestas carecen de validez y exactitud".

Ajá, sí, cómo no... ¿Usted le cree ahora, que sale diciendo que ni le hagan caso porque está medio desorientadito?

Yo, como los posters rojiblancos del 2006 que la amiga (del conejito jaloneador de orejas) Elba Esther puso por todo el país, ¡tampoco!, pues aunque él asegure que su "tono de voz se escucha débil y confuso" y esa es razón suficiente para desestimar sus declaraciones, sus argumentos eran más fuertes que el diamante (si le digo, que nos traemos unas joyas...).

Puede, entonces, que el expresidente haya hablado bajito por cualquier razón que se imagine: que tuviera un bebé dormido al lado, que su esposa estuviera al lado, que le dé pena hablar por teléfono, que estuviera jugando a las escondidillas o lo que se le antoje, pero de que sus argumentos son muy, pero muy convincentes, eso que ni qué... que en algunos momentos, su tono de voz enfatizaba la gravedad de lo que decía, también. ¿O acaso también se equivocó cuando dijo que Salinas es "poderoso porque es una figura pública, de la que la gente sabe de sus nexos con la corrupción y hasta con lo criminal"?

No sé usted, pero yo no ando diciéndole criminal a alguien así como así, por más antihistamínicos que traiga encima en época de gripe (normalita, que si no, me recluyen)... Pero bueno, no queda más que pensar que Miguelito, fiel a su costumbre de escuchar los consejos, se prestó atención a sí mismo en eso de que al juzgar a Salinas, se desprestigiará a sí mismo... así de sucios tendrá sus trapos o así de "poderoso" será el muchacho...

Por lo pronto, ni modo Felipe (y los que vengan)... ya nos enteramos de que hay partida, y dejó de ser secreta... tons, ni se te ocurra.

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